Las Bandas Filarmónicas.
El concepto de la Banda Filarmónica se introdujo a Madeira durante la ocupación de las tropas británicas en Madeira entre 1801 y 1814. Después se desarrolló en Portugal continental, a partir de 1828 con la presencia de la Banda de lo Batallón y Banda de lo Regimiento, comienza Madeira a adoptar este formato musical en la cultura regional. Conducidas por militares, estas formaciones musicales comenzaron a ganar cada vez más presencia en los desfiles y conciertos al aire libre, en la segunda mitad del s. XIX. Las bandas filarmónicas comienzan así a surgir oficialmente en Madeira a partir de 1850, con la institución de la Banda Municipal do Funchal, el 18 de febrero, denominada entonces por Filarmónica dos Artistas Funchalenses.
Constituidas por militares y elementos de la clase popular, en su generalidad obreros y labradores, estas bandas eran conducidas por maestros que llevaban la música al mundo rural. A pesar de no ser considerados músicos profesionales, eran reconocidos por el gusto y vocación por este arte, confirmando la índole secular del pueblo madeirense.
Las Bandas Filarmónicas evolucionaron mucho a su imagen de ésta a su origen. Si en el pasado las bandas tenían una expresión mayoritariamente militar y las filarmónicas eran reconocidas como sociedades musicales, hubo a lo largo de los años una evolución que hizo las Bandas Filarmónicas uno de los más indispensables marcos culturales de la historia del último siglo hasta la actualidad.
Actualmente existen 18 bandas filarmónicas en Madeira, la mayoría centenarias, con mucha herencia de conocimientos y experiencia que las hacen únicas e imprescindibles en la cultura de la Región Autónoma de Madeira.
