Uniforme

Cada asociación / banda filarmónica se identifica por el uso de un uniforme singular, una vestimenta regulada con características específicas. Como sugiere la designación, por el uso del uniforme se hacía honrar y notar la institución, así como la paridad de sus miembros, disipando visualmente, con excepción del sexo de los ejecutantes, las diferencias de formación, de posesiones, de estatuto social, de jerarquía, de raza y credo, entre otros (en este aspecto, se distinguen los uniformes de las bandas filarmónicas de los trajes típicos utilizados por otras colectividades musicales, tales como los grupos folclóricos, que buscan representar, por vía de una recuperación históricamente informada, la vestimenta de las comunidades rural). La indumentaria de la banda filarmónica, inspirada inicialmente por el uniforme militar, fue por esa razón dirigida por los organismos competentes para prevenir su indebida y legalmente punible duplicación. El uniforme de la banda filarmónica es, por norma, constituido de hecho, con corbata, o falda-chaqueta, con corbata o aderezo, zapatos negros y, en algunas filarmónicas, sombrero. El uniforme específico de cada banda filarmónica es aún identificado por el uso de emblema en la chaqueta, lira bordada en la corbata, etc. La constitución del uniforme y su uso debido, y al servicio de la banda filarmónica, están regulados: no obstante, en velorios , la institución solicita a sus ejecutantes el uso de corbata negra; por fin, las direcciones ejecutiva y artística pueden acordar con entidades contratantes que, por las condiciones del servicio, los músicos pueden presentarse "a la civil". De corte clásico, los actuales uniformes masculinos y femeninos de las bandas filarmónicas se distinguen en fardos de gala para los eventos solemnes y los uniformes para los habituales servicios.